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Marco
La Fórmula 1 se ha estremecido esta mañana con la muerte del piloto británico Dan Wheldon. No hubo sonrisas en el desayuno, pocos hablaban en los primeros aviones que partían de vuelta hacia Europa, y una atmósfera silenciosa reinaba entre los formantes de El Circo.
En el mundo de la velocidad todos se conocen, y especialmente a Wheldon, que creció corriendo en su país natal junto a pilotos como Jenson Button o Lewis Hamilton; muchos de los actuales mecánicos y técnicos de las escuderías de la F1 han trabajado con él, e incluso se ha barajado su nombre en varias ocasiones como posible piloto en la Formula 1.
Wheldon disputaba anoche -hora española- la carrera final de las Indycar Series en el circuito oval de Las Vegas. Se corría la vuelta doce cuando un terrorífico accidente en el que se vieron envueltos quince monoplazas arrojó como balance un herido grave, Wheldon, que fue transportado en helicóptero hasta un hospital cercano, y otros dos, Pippa Mann y JR Hildebrand, menos graves, que fueron evacuados en ambulancia del trazado. Will Power también resultó herido pero sin mostrar gravedad.
La jornada de carreras se congeló hasta que un demudado Randy Bernard, director de la categoría, dijo dos horas más tarde, "La IndyCar anuncia con mucha tristeza que Dan Wheldon ha fallecido debido a lesiones de las que no ha podido sobrevivir. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia hoy". Acabó su comunicado con "La IndyCar, sus pilotos y propietarios han decidido poner fin a la carrera".
Tras esto, todos los pilotos decidieron dar cinco vueltas a velocidad lenta a modo de homenaje al compañero desaparecido. Wheldon disputaba el título al escocés Dario Franchitti, que finalmente se convirtió en campeón de la categoría, en el que sin duda será su título más amargo. Wheldon, de 33 años, deja esposa y dos hijos, Susie y Oliver, el último nacido este mismo año.
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